El animal doméstico en la televisión educativa | Señal Memoria

animal doméstico en la televisión educativa
Publicado el Mié, 24/07/2024 - 08:48 CULTURA Y SOCIEDAD
Utilidad y explotación adecuadas: El animal doméstico en la televisión educativa

En el artículo anterior introdujimos la manera en que se construye y entiende el animal doméstico en televisión relacionándola con la zootecnia. En esta tercera parte del acercamiento que estamos haciendo, ampliaremos lo dicho vinculándolo al contexto de finales del siglo XX. Allí, entre nuevas dinámicas institucionales y posicionamientos ético-políticos emergentes (ambientalismo y bienestarismo), la manera en que son abordados los animales domésticos comienza a tener un carácter más cercano al de hoy en día. 


Ganadería eficiente en la ruralidad colombiana

A inicios de los años sesenta empieza en Colombia la televisión educativa propiamente dicha. Esta surge como un complemento y una herramienta para llenar vacíos institucionales de la educación en el país, que aún contaba con más de un cuarto de su población en el analfabetismo y con la mayor parte de ella en condiciones de precario acceso a este derecho. 

Si bien la televisión ya tiene en sí misma algo de educativo, esta nueva apuesta implicaba pensarla explícitamente como un medio pedagógico, para lo que se desarrolló una infraestructura institucional que relacionaba medios de comunicación con entidades de formación escolar y profesional. Esto caracterizaría la televisión educativa en general y varios programas agropecuarios como un cierto tipo de esta. 

En los años setenta y ochenta las teleclases cumplían este papel y se clasificaban por disciplinas. La referencia a los animales domésticos y las prácticas de explotación ya no se mostraba como un reflejo de un presente idílico sino como un campo económico que debía entenderse y conocerse en sus potencialidades. Así lo vemos en el siguiente fragmento de un programa producido por la Subdirección de Educación a Distancia de Inravisión:

Rocha, Alfonso (Dirección). (1985). Sociales grado quinto : Programa 10 – El trabajador de la ganadería. Bogotá - Acacías - Meta: Instituto Nacional de Radio y Televisión - Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P 241264.

 

Identificamos una enfática referencia al marco técnico e institucional que es conveniente a la explotación ganadera. Sin duda, allí el animal doméstico de la zootecnia, aquel que hace parte de la comunidad humana bajo el dominio de quien organiza o lleva la jefatura del hogar (o la empresa), sigue siendo narrado como un medio económico del desarrollo rural. 

Y en ese sentido son relevantes dos características que se han definido para diferenciar al animal doméstico de otros, especialmente el salvaje. Se trata de la cría y reproducción artificial, que son básicas para poder usar y explotar los cuerpos animales y para las que la técnica y los servicios de instituciones especializadas son provechosos. 

Las teleclases que abordaban la ganadería eran tanto de ciencias naturales como de ciencia sociales, y se enfocan en hablar de sectores productivos y de intereses en el desarrollo económico del país, por lo que vemos de entrada una asociación entre conocimientos que se consideran a la vez naturales y sociales, un conocimiento biológico enraizado en la explotación con fines pecu(n)arios. 

El Hombre hace Historia dominando animales

En los anteriores artículos hemos indicado que la animalidad doméstica en televisión se ha visto históricamente asociada a relatos y prácticas modernizadoras o desarrollistas. Siguiendo el abordaje que hemos adoptado de la zootecnia y la domesticación (del trabajo de Iván Darío Ávila), esta asociación a su vez se puede relacionar con que la disciplina de la explotación animal concibe su propia historia y su fundamento científico-técnico como parte de una lógica de desarrollo de la Historia (con mayúscula, una y total), en la que Europa (territorio del Hombre blanco, más que el territorio literalmente geográfico) es el centro y el momento más avanzado de la civilización humana. 

Este posicionamiento eurocéntrico refiere al “mito de la modernidad” planteado por Enrique Dussel y retomado por Ávila, como «una visión que desarrolló la modernidad misma sobre sus orígenes durante el siglo XVIII, e implica tanto una “falacia desarrollista” como la aceptación de cierta “supremacía cultural”». De acuerdo a esta visión los diferentes pueblos del mundo deberían adoptar la organización de los más avanzados, dentro de la que está una ciencia basada en la dicotomía objetividad/subjetividad, de acuerdo a la que, en el campo de la compresión de la animalidad, el Hombre al estudiar la naturaleza (asociada a los animales no humanos más que a los humanos) la domina intelectual y prácticamente. 

La Historia es así un avance de lo subjetivo a lo objetivo, de lo natural a lo cultural y de lo animal a lo humano. De ahí que la zootecnia se entienda como el nivel superior del proceso de domesticación, que a su vez es indicativo de civilización, y se prescriba que su aplicación a la explotación animal es el camino a seguir. En el siguiente fragmento de otro programa de los años ochenta, vemos con claridad esta relación donde lo educativo se da de manera menos explícita, pero persiste utilizando como recurso narrativo la oposición entre “métodos tradicionales” y “métodos técnicos” de explotación, cría y reproducción:

González, Juan Carlos (Dirección). Actividad agropecuaria : Nuevas técnicas para ganadería. Costa Caribe: Instituto Nacional de Radio y Televisión - Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT-202077 CORTE 1.

 

Las singularidades animales se entienden en este contexto como individualidades económicas, que pueden ser monitoreadas y estudiadas de forma separada, pero siempre como parte de una agrupación de otros productos o máquinas vivas y con fines explícitamente económicos, que se miden en beneficios y costos conforme a la búsqueda de eficiencia productiva. También en este capítulo de Actividad Agropecuaria se habla del asesoramiento de un entidad alemana para implementar “métodos internacionales” que harán más eficiente la ganadería en la Costa y en general en Colombia, significando implícitamente que es “un país subdesarrollado respecto a los desarrollados”. 

Sostenibilidad ambiental y bienestar animal: reproducir equilibrio y beneficios económicos

Por su parte, en los años setenta comenzaron a tomar fuerza reflexiones disruptivas sobre la relación humana con los ecosistemas y otros animales. Esto llevó a una categorización de especies y “razas”, sus posibles usos y las diferentes maneras de relacionarnos con ellas, que se asienta en la distinción doméstico/salvaje y en el equilibrio ecosistémico. También se dio cabida a un particular concepto de sintiencia (capacidad de sentir) que despertó expectativas sobre un criterio de calidad de los procesos productivos en donde se considere el sufrimiento animal. De esta forma, y en conexión con la moderna explotación animal, se despliegan dos corrientes políticas que ampliaremos a continuación. 

En el primer caso nos referimos al ambientalismo, perspectiva ético-política que comienza a tener calado en los discursos sobre la animalidad en televisión durante los años ochenta. Probablemente muchas personas recordarán al Profesor Yarumo, personaje de un proyecto divulgativo de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia que surge en 1985, interpretado por Héctor Alarcón (también director del programa) y que tenía un enfoque ambientalista. En seguida veremos un fragmento de una emisión en la que visita pequeñas fincas productivas:

Alarcón, Hector (Dirección). (1985). Las aventuras del profesor Yarumo : [Fincas productivas]. Bogotá: Instituto Nacional de Radio y Televisión - Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P-241079.

 

En este fragmento se ilustra que, puesto que los animales domésticos son parte de la comunidad humana, están en el territorio humano (la finca), a diferencia de los salvajes o silvestres que habitan el territorio “natural” (el bosque). El primero tiene fines productivos, con independencia de su escala económica, y el segundo debe “cuidarse”, ambos con los animales que incluye o que pertenecen a él. 

De esta forma, se distingue entre animales que hay que conservar, por su importancia para el equilibrio ecosistémico, y otros que se pueden explotar de forma “sostenible”, conforme a sus posibilidades biológicas y físicas (en términos de cría, reproducción y productividad). Por lo que, en este caso, la vaca se presta menos para la mercantilización que los conejos, dado su tamaño y en general los costos de producir y reproducir su vida.

La segunda corriente es el bienestarismo, que se ubica en el campo de la ética animal. En las últimas décadas del siglo XX ocurren una serie de acontecimientos que darán paso a este posicionamiento ético-político que asume la dominación y explotación animal como algo que es legítimo y posible, en la medida en que se reduzca, y en el mejor de los casos se elimine, el sufrimiento de estos seres. Esto se formula partiendo de una concepción de la sintiencia en la que es importante lo que los animales no humanos sienten. 

En 1975 el filósofo Peter Singer publica Liberación Animal, trabajo en el que denuncia la exclusión ética de los animales que ha imperado en Occidente y plantea desde una postura utilitarista que debemos reducir el sufrimiento injustificable al que se somete a miles de millones de animales. Desde luego en su crítica entra la ganadería y se rechaza el consumo de carne por no ser necesario para la dieta humana y asociarse más a un placer que no es equivalente al daño que genera. Así, en un cálculo global de bienestar y sufrimiento es reprobable a nivel ético que se exploten animales para comerlos. 

Estos planteamientos tuvieron un gran impacto cultural y político en países donde no había una amplia tradición vegetariana y se sumaron al trabajo que habían adelantado sociedades protectoras de animales y sociedad vegetarianas y veganas, organizaciones que fueron el asiento de muchos movimientos e instituciones actuales y que influyeron en la construcción de normativas que regulan la explotación. 

Este fue también el caso de Colombia, donde, como muestra de ello, en 1989 se legisla el Estatuto Nacional de Protección de los Animales (Ley 84). Este sería uno de los primeros grandes pasos que, si bien no tuvieron un efecto directo ni de lejos amplio en la industria de explotación animal, iniciaron el camino para la construcción de una infraestructura institucional que ha repercutido el la concepción y práctica sobre la animalidad doméstica.

Villegas, Paola (Dirección). (1999). Mujer campesina. Capítulo 70 : Ganadería, nuevo campo de producción para la mujer. Garagoa-Boyacá; Macanal-Boyacá: Inravisión (Instituto Nacional de Radio y Televisión); Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, BTCX30-013578.

 

En este programa de 1999, que analizaremos con más detalle en los próximos artículos, se habla de manera más directa de maltrato animal, algo penalizado en el Estatuto, cuyos objetivos principalmente son: prevenir y tratar el sufrimiento y el dolor, promover la salud y el bienestar, erradicar y sancionar el maltrato y promover el respeto y el cuidado de los animales (Art. 2); así, se tipifican ciertas actividades como crueles y se prohíben.

La normativa y la institucionalidad del país es de carácter bienestarista, en el Estatuto se plantea que hay muertes necesarias, algo que no ha cambiado mucho hasta la actualidad, por lo que se asume que la posición abolicionista, que rechaza la explotación, no tiene cabida dada la tradición y la naturalización del consumo de carne y demás productos de origen animal. La zootecnia y su enseñanza tendrá entonces una consideración ética que busque el “bienestar animal”, entendido como las mejores condiciones, tratamiento y uso del animal que la rentabilidad y la eficiencia económica permita

Con estos rasgos inicia en el siglo XXI la producción televisiva de programas agropecuarios y con ella la reiteración de ciertos elementos en el flujo discursivo de la animalidad doméstica, que implica la manera en que se describen estos animales y también las prácticas que los involucran. 

Para finalizar, queda decir que la forma en que los animales no humanos son representados en la televisión no es homogénea ni libre de contradicciones, aún cuando haya tendencias y elementos en común. En los siguientes artículos veremos con más detalle las formas específicas en las que construye un programa agropecuario y los mecanismos por los que se produce el significado o el mensaje que lleva inscrita esta representación de la animalidad.

 


Por: Camilo Fernández

 

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Fecha de publicación original Mié, 24/07/2024 - 08:48