El campesinado diariamente labora para entregar los frutos de la tierra a todos los colombianos, sin embargo, la lucha contra la concentración en el uso de la tierra ha sido uno de los motores del conflicto armado, siendo la reforma agraria una de las principales deudas del Estado colombiano con los campesinos del país.
Día Nacional del Campesino
Gracias al presidente Guillermo León Valencia, Colombia celebra el primer domingo de cada mes de junio el Día Nacional del Campesino, con el cual se busca reconocer la labor de esta población en el desarrollo económico del país, su aporte en la provisión de alimentos para todos los colombianos y la preservación de las tradiciones, usos y costumbres de la ruralidad nacional.
El campesinado colombiano ha sido históricamente uno de los motores de la economía nacional, debido a su condición principalmente agrícola y productora de materias primas, aunado a la diversidad climática y cultural que permite la producción de una gran cantidad de frutos de la tierra.
Sin embargo, lastimosamente el conflicto armado que ha sufrido el país por más de medio siglo también ha tenido un impacto negativo en la población campesina nacional, pues la lucha por la tierra sigue siendo uno de los principales generadores de la confrontación, ya sea para asegurar el control territorial o la apropiación de esta para su uso ya sea legal o ilegal, además de haber generado prácticas como el desplazamiento forzado y el despojo de tierras que ahora hacen más compleja la intención gubernamental de una reforma agraria.
Sumado a lo anterior, la población campesina de los municipios más apartados del país, ha sido históricamente olvidada debido al centralismo en la toma de decisiones del Estado, haciendo evidente sus necesidades en materia de acceso a servicios fundamentales como salud, educación, vivienda y vías que faciliten la comercialización de sus productos así como apoyos económicos para el fomento de las actividades agrícolas en condiciones competitivas para no ser excluidos de las dinámicas del mercado en una economía flexibilizada por la entrada en vigencia de múltiples tratados de libre comercio.
Así lo menciona un grupo de niños trovadores presentes en una manifestación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) que se refieren a la persistencia del conflicto armado, la falta de tierra y la ausencia de un ambiente de paz como obstáculos para generar condiciones de desarrollo en el campo para hacerlo productivo y rentable para el campesinado colombiano.
Programar Televisión (productor). Noticiero de las siete N7. Manifestaciones en Bogotá de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC). Bogotá: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60-064344
En conjunto, los problemas del campesinado colombiano se pueden contener en tres grandes grupos: primero, los relacionados con la generación de condiciones para el desarrollo de sus actividades productivas. Segundo, las consecuencias negativas del conflicto armado, que ha despojado y desplazado a un gran número de campesinos de sus predios y territorios. Y tercero, los que tienen que ver con el acceso a la tierra como principal bien para ejercer su actividad económica que pone de manifiesto la desigualdad social entre campesinos y población de las ciudades.
Los cambios en la producción agrícola en Colombia
Las actividades agrícolas han ocupado los principales renglones de la productividad de la nación, terminando el siglo XIX los principales productos de exportación fueron el tabaco, la quina y el añil. Para las primeras décadas del siglo XX, empiezan a cobrar fuerza las exportaciones de banano y café, años más adelante son más importantes los recursos obtenidos de la industria petrolera, que los del café, las flores, la caña de azúcar y el banano juntos, evidenciado algunos cambios en la forma de producción y comercialización de productos agrícolas que al mismo tiempo han generado cambios en la población campesina nacional.
No se puede dejar de lado, que en gran medida el crecimiento exponencial de las grandes ciudades se debe al desplazamiento de la población campesina a las zonas urbanas, debido a la baja rentabilidad y a la imposibilidad de acceder a medios de producción que hagan competitivo a este importante sector de la economía colombiana.
Pese a estas dinámicas aún persisten en todo el territorio nacional campesinos que diariamente buscan producir los alimentos que garanticen a los colombianos el acceso a las comidas diarias, sin embargo, no solo la tenencia de la tierra ha sido un problema para el campesinado, sino también el acceso a medios, recursos y redes de producción y comercialización que les permita una mejor calidad de vida. Así lo afirma el entonces representante a la cámara por Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, cuando hace referencia a las necesidades del campo colombiano, en el siguiente documento audiovisual recuperado por Señal Memoria.
Hernández, Libia Carolina (directora). (2000). Reforma agraria: Foro Regional Política de tierras y Reforma agraria. Santa Rosa de Cabal-Risaralda: Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-008776.
La reforma agraria, una deuda histórica
Desde el inicio del siglo XX, con la llegada de Alfonso López Pumarejo al poder se da inicio a unos de los procesos más importantes, pero a la vez más controvertidos que han intentado adelantar todos los gobiernos nacionales, la reforma agraria.
López Pumarejo de la mano de Darío Echandía quien fuera su ministro de gobierno, promovieron el primer intento por democratizar y redistribuir la tierra entre los campesinos del país a partir de la función social de la propiedad. Como lo expresó el expresidente Alfonso López Michelsen en un homenaje realizado a Echandía por la Universidad del Rosario en el fragmento audiovisual que presentamos a continuación.
Programar Televisión (productor). (1997). Noticiero de las siete N7 : 1983-2001. López Michelsen exalta a Echandía. Bogotá: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60-064357
Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados por gobiernos posteriores, como el de Alberto Lleras Camargo con la creación del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) a través del cual se buscó redistribuir la tierra y favorecer las actividades agrícolas, el de Álvaro Uribe Vélez con la creación del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER) con el que se plantearon soluciones al sector agrícola en materia de acceso a recursos para el desarrollo de las zonas rurales del país y más recientemente por Juan Manuel Santos con la promulgación de la Ley 1448 de 2011 con la que actualmente se busca restituir las tierras despojadas a las víctimas del conflicto armado además de los elementos establecidos en el Acuerdo de Paz con la guerrilla de las FARC-EP en 2016 que plantean la reforma rural integral. Ha sido imposible para los presidentes de la nación cumplir con la deuda que se tiene con el campesinado colombiano.
Aún hoy la incesante guerra y el modelo de desarrollo desigual dirigido principalmente a las grandes urbes, no permiten que los campesinos, puedan acceder a predios en los que puedan desarrollar actividades propias del campo, y como menciona el entonces obispo de Pereira Monseñor Fabio Suescún, los campesinos son una población maltratada por la violencia, la exclusión y las promesas incumplidas de los gobernantes, olvidando su importancia para el desarrollo del país.
Hernández, Libia Carolina (directora). (2000). Reforma agraria: Foro Regional Política de tierras y Reforma agraria. Santa Rosa de Cabal-Risaralda: Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-008776.
Autor: Iván Darío Romero Vega