Iniciamos el año en Archivo Señal Memoria con un especial de enero dedicado a algunas de las fiestas más representativas de Colombia. Qué mejor ocasión que hacerlo en enero, cuando medio país está preparando sus fiestas, mientras la otra mitad aguarda a que llegue el momento de disfrutarlas. Por supuesto, hay muchos que ni las preparan ni las disfrutan. Sin embargo, para unos y otros este artículo puede ser el abreboca que los lleve a conocer cuál es el origen de nuestras fiestas.
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Para la cineasta Gloria Triana, en su escrito La cultura popular colombiana en el siglo XX, en los orígenes de la fiesta popular en Colombia confluyen factores como el religioso católico, heredado del ancestro español que tiene una antiquísima raigambre popular, amalgamado con las ceremonias aborígenes prehispánicas y los ritos seculares africanos.
Dice Triana que “la fiesta colectiva ha permitido que la interrelación de estos elementos haya encontrado un espacio social que posibilite la expresión de la música, la danza, la máscara, los disfraces, las interpretaciones dramáticas callejeras, la sátira, el juego…”. Es, entonces, cuando se aprecia el papel de las fiestas como salvaguardas de la tradición, aunque muchas se conviertan en una sátira o parodia de esa misma costumbre religiosa que llevan implícita en su origen.
Instituto Nacional de Radio y Televisión – Inravisión (Productor) Mora Calderón, Pablo (Director). (1996). Señales particulares: Fiestas. [Magacín]. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, UMT-202131.
Resumir los orígenes y características de los cientos de fiestas y celebraciones que hay en Colombia no es posible en un único documento audiovisual. Pero a manera de resumen, tomemos un fragmento del programa Señales particulares, realizado por Inravisión en 1996, en el que pueden apreciarse, a grandes rasgos, algunos de los componentes de las celebraciones de nuestro país. Desde la fiesta cotidiana, aquella de cada fin de semana, hasta las grandes festividades que incluyen el combo ganador de corrida de toros, reinado y celebración religiosa. Y si se corre con suerte, también involucra un festival musical y gastronómico.
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En este documento se aprecia la fiesta brava, motivo de polémica en la actualidad al igual que las cabalgatas, aunque, también parte fundamental de las fiestas de comienzo de año. Igualmente se aprecian los ingredientes indígenas y religiosos, incluso la pólvora, ahora prohibida, presente en muchos lugares en las celebraciones de fin de año.
Ilse de Greiff, en la introducción del ABC del folklore colombiano de Guillermo Abadía Morales, señala que “en un país multiétnico y pluricultural como Colombia, tal como lo reconoce oficialmente la Constitución de 1991 y tal como lo sabemos cada uno de nosotros al ver nuestro lugar de origen, nuestro terruño, y compararlo con otras ciudades y pueblos, campos y veredas, llanos, costas, montañas, selvas, el folklore es, en consecuencia, sumamente variado y rico. Colombia no es solamente uno de los países de mayor biodiversidad, de mayor variedad de flora y fauna del mundo, sino de manifestaciones folklóricas en distintos campos como la música, la danza, la comida, la literatura, la medicina, la arquitectura, las bebidas, los trajes, y hasta nuestras maneras de reír, llorar, tener miedo, morir, vivir y amar”. A lo anterior podemos agregar que Colombia es un país en el que también varía de manera notable la forma de festejar.
La fiesta es el espacio donde se desarrolla sin límites la creatividad, dejando atrás las ideas convencionales y planteando, de alguna manera, aunque sea pasajera, un mundo diferente. En este especial de Archivo Señal Memoria, dedicado a las fiestas de Colombia con motivo de un mes de enero sembrado de celebraciones, podremos apreciar la riqueza de las mismas, su colorido, las voces que las atraviesan, las historias que cuentan.
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Dice Gloria Triana que “las parodias al poder, el cuestionamiento irreverente del orden establecido es permitido en los días de fiesta a través de la sátira, la pantomima y el humor, y también es la ocasión de manifestar la elaboración de tradiciones y creencias que vienen del pasado adaptándolas a los cambios de la sociedad”. Se trata de elementos del todo presentes en el Carnaval de Negros y Blancos (Pasto), así como en el Carnaval de Riosucio, entre otras festividades que abordaremos durante enero.
De la misma forma algunas de las fiestas que se celebran en nuestro país son: Feria de Manizales; Carnaval de Barranquilla; Festival de la Leyenda Vallenata; Carnaval de Río Sucio; Festival de San Pedro; Feria de las Flores; Festival de la Luna Verde; Feria de Cali; las Cuadrillas de San Martín; el Festival de San Pacho; Fiesta de corraleja.
Que quede claro: la fiesta es un medio para evocar el pasado, un vehículo que permite exorcizar las frustraciones y desigualdades, un espacio donde es posible reafirmar la solidaridad comunitaria del pueblo que se manifiesta a través de su festejo. Entonces… ¡A celebrar!
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Autor: Javier Hernández