Así como otros espacios de la esfera pública, la radio da cuenta de los cambios en la sociedad. La participación de las mujeres políticas ha pasado de ser una cosa excepcional a convertirse en algo cotidiano de manera paulatina. Este artículo presenta un recorrido breve y general por las maneras en que las voces de las políticas han sido difundidas a través de programas radiales.
En Colombia, la radio ha sido uno de los instrumentos para hablar sobre política. Desde sus primeros se transmitieron opiniones relacionadas con los ideales liberales y conservadores. De acuerdo con María del Pilar Chaves, en su documento Transformaciones de la radio en Colombia, también se emitieron debates parlamentarios, aunque eso generó descontento para algunos, pues fomentaban sentimientos de odio. Además, ese medio de comunicación sirvió para que las y los colombianos escucharan los discursos presidenciales. Por ello, es común encontrar en el Archivo Señal Memoria declaraciones de los jefes de Estado que dan cuenta de los programas de gobierno que impulsaban y del contexto social y político del momento.
A la par en que se transmitían las palabras de los presidentes, se difundían críticas a los gobiernos de turno, pese a que en ocasiones eso ocurriera desde emisoras clandestinas. La mayoría de las voces que se escuchaban eran de hombres, ya que eran ellos las personas que podían participar de la esfera política. Sin embargo, las mujeres decidieron usar la prensa y la radio para luchar por el reconocimiento de sus derechos, lo que las fue visibilizando ante la sociedad. Algunas incluso crearon programas de mujeres como Ofelia Uribe de Acosta. La periodista tuvo un espacio en una emisora de Boyacá que llamó La hora feminista. No obstante, le fue obligatorio terminarlo debido a las críticas que surgieron desde Tunja. Como ella, otras mujeres buscaron ser escuchadas a través de la radio, no solo para hablar de la vida social, sino de aspectos políticos.
Desde la HJCK se transmitió el programa Cosas de Mujeres entre 1951 y 1955. Su presentadora era Gloria Valencia de Castaño, la periodista que llegó a ser una de las figuras más representativas de la televisión colombiana. Se trató de un espacio de entrevistas hechas por y para mujeres. Aunque se pueda pensar que aquello era positivo, en realidad respondía a la creencia de que los temas de los que hablaban las mujeres eran superficiales, menos dignos que los de los hombres. De acuerdo con Daniela Moná y Paula Orozco, en su artículo Gloria Valencia de Castaño: tradición y trasgresión en voz de la primera dama de la radio colombiana, la periodista era consciente de aquella superficialidad de la que se tildaba al programa. Por ello, tomaba ese espacio como una oportunidad para, por medio de indirectas, resaltar la importancia de sus conversaciones. Tanto los temas vinculados al hogar como los del campo político eran tratados con igual relevancia.
Una de las mujeres que entrevistó fue la política Josefina Valencia de Hubach. Por ese entonces, era una de las más destacadas del país, pues hacía parte de la Asamblea Nacional Constituyente. De hecho, en la actualidad se le reconoce por ser la primera mujer ministra de Colombia. En esa entrevista, Valencia de Hubach habló sobre su búsqueda del derecho al sufragio y del derecho a la educación. En el siguiente fragmento se le escucha aludir a la participación de las mujeres en la esfera pública.
Valencia de Castaño, Gloria (Locutora). (1954). Cosas de mujeres. Bogotá: HJCK. Archivo Señal Memoria, HJCK-RLQ-073887-02.
Cuando el programa Cosas de mujeres llegó a su fin, las mujeres en Colombia ya habían obtenido el derecho al sufragio y poco tiempo después consiguieron hacer parte del Congreso de la República. Así, lograron ser escuchadas no solamente desde las luchas de organizaciones femeninas, sino a partir de puestos políticos. La radio fue un espacio para que ellas difundieran ideas, pero, por supuesto, no en la misma cantidad que lo hicieron los hombres. Los motivos por los que las llamaban a participar de espacios radiales no estaban necesariamente vinculados a su labor política. Por ejemplo, en el programa Así es en Todelar, invitaron a Gloria Gaitán Jaramillo no por su activismo, sino por ser hija de Jorge Eliécer Gaitán. Pese a que la mayoría de las preguntas que le formularon estaban relacionadas con su padre, también la política buscaba momentos para hablar de sus propias aspiraciones. Como se escucha en el siguiente fragmento, habló sobre sus visiones sobre la oligarquía, sus aspiraciones a la Presidencia de la República y el libro que estaba escribiendo.
Troya, Luis Guillermo (Director). (Ca. 1994). Así es en Todelar. Bogotá: Todelar. Archivo Señal Memoria, TDLR-RLQ-091833-01.
En aquellos años noventa, cuando entrevistaron a Gloria Gaitán, las mujeres tenían más terreno ganado en el ámbito político, aunque todavía faltaba (y falta) mucho por recorrer. Nueve de ellas eran congresistas, lo que las llevó a ser invitadas tanto en programas de radio como de televisión. Pese a que su participación fuera más reducida que la de los hombres, ya habían logrado ser escuchadas en programas que no estaban destinados únicamente a mujeres, como ocurrió con el de Gloria Valencia de Castaño. De a poco esa segregación se ha ido reduciendo. Hoy ellas son lideresas en sus comunidades, pero también en el país. No solamente se enfocan en los derechos de las mujeres, sino que son reconocidas como expertas en temáticas diversas. Ejemplo de ello son los planes dirigidos por gobernadoras, alcaldesas y ministras. En el año 2022 la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhammad, habló para los micrófonos de la Radio Nacional de Colombia sobre tres argumentos para detener el fracking (perforación de un pozo para obtener petróleo) en el país.
Lasso, Juan Carlos (locutor). (2022). La Señal de la Mañana. Bogotá: Radio Nacional de Colombia. Archivo Señal Memoria, RNDC-DGB-231114-01.
Así como Valencia, Gaitán y Muhammad, cientos de mujeres han luchado desde la política por los derechos humanos, bajo sus propios ideales. La radio ha sido un medio de comunicación para defender sus ideas y aspiraciones. Ya no se trata de un instrumento con programas separados necesariamente según el género o el sexo. En cambio, es uno en el que las mujeres políticas pueden tener voz, aunque ello implique, en muchas ocasiones, contar con un reconocimiento previo para ser invitadas o presentadoras de espacios radiales.
