Contexto histórico- Noticiero de las 7
El Noticiero de las 7, de la extinta programadora Programar Televisión, fue un noticiero que se transmitió entre los años 1983 y 2002. Se emitía de lunes a viernes a las 7:00 p.m., por Cadena 2, luego llamado Canal A. Durante toda la década de los noventa este noticiero estuvo dirigido por la periodista Cecilia Orozco Tascón y tuvo a destacados presentadores como María Cecilia Botero, María Cristina “La Tata” Uribe y Jorge Alfredo Vargas. De esta manera, cada periodista, guionista y presentador de noticieros brinda una mirada del pasado y se editan imágenes mediadas para la construcción de una narrativa que derivan en interpretaciones del conflicto armado. Por otra parte, existe una gran variedad de imágenes pregrabadas y no solamente noticiosas de las vivencias de periodista y testimonios grabados de las víctimas cuál qué pueden ser empleadas como fuentes de investigación académica y/o jurídica.
¿Por qué ocurre el aumento de la violencia en Colombia durante toda la década de los noventa del siglo XX?
El final de los carteles de narcotráfico (Medellín y Cali) dejó un vacío de poder en la elaboración y distribución ilegal del alcaloide de cocaína. Esto fue aprovechado por grupos armados organizados ya que vieron una oportunidad para generar grandes riquezas y financiar sus operaciones militares y/o políticas. De esta manera, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) recurren al cultivo ilícito, procesamiento del alcaloide cocaína y su tráfico al extranjero para generar grandes ganancias que se redirigieron al fortalecimiento de sus músculos militares y, por lo tanto, expansión del control territorial. Precisamente, el control militar de los territorios les permitía regular las rutas del narcotráfico y controlar los terrenos propicios para la extracción de riquezas naturales para solventar sus necesidades y beneficios. El tema era tan grave que Estados Unidos le pidió al gobierno colombiano combatir no solamente a las guerrillas, sino también a las AUC por los altos índices de violaciones a los derechos humanos perpetrados por este grupo.
Orozco Tascón, Cecilia (directora). (1999). Noticiero de las siete N7: 1983-2001. [Emisión : Autodefensas Unidas de Colombia liberan a mujeres secuestradas]. Archivo Señal Memoria, BTCX60-064622.
En consecuencia, crecen exponencialmente los casos de desplazamiento forzado, homicidios, secuestros, amenazas, reclutamiento ilícito de menores, masacres, tomas a poblaciones y violaciones a la integridad de varias personas hasta el punto de que, haciendo un ejercicio comparativo entre fuentes oficiales y no oficiales, se puede considerar este contexto como el más destructivo y violento de la historia de Colombia. Por ello, era imposible para los noticieros obviar las atrocidades o combates que se estaban viviendo en toda Colombia, porque las guerrillas y los ejércitos privados por el narcotráfico causaban constantemente hechos victimizantes por todo el país. A continuación, se ven unas imágenes de un intento de toma a la población de Ituango, Antioquia, en 1995 por parte de las FARC-EP y el ELN.
Orozco Tascón, Cecilia (directora). (1995). Noticiero de las siete N7: 1983-2001.[Toma guerrillera en Ituango] Marzo 6 de 1995 . Archivo Señal Memoria, BTCX60-063968.
Otro punto importante en la forma de representar el conflicto armado en el noticiero por esos años fue la modernización y privatización de la televisión en Colombia. La aparición de múltiples noticieros tanto públicos, privados o alianzas mixtas derivó en la saturación de información de un mismo tema desde diferentes perspectivas. En esta década de los años noventa, los constantes hechos victimizantes antes producidos por los diferentes grupos armados se volvieron el centro de la vida cotidiana en todos los niveles de la sociedad colombiana, desde el ámbito político hasta el sociocultural.
Memoria histórica
Existen una gran variedad de definiciones de memoria histórica. Simplificando, se puede decir qué es un acto político que reúne distintas interpretaciones de un mismo hecho pasado que busca la verdad y la reparación de la comunidad o la persona afectada. Desde la ley 1448 de 2011, la visibilidad de las víctimas del conflicto armado y de sus demandas para ser reparadas tanto simbólica como materialmente cobró bastante relevancia a partir de la segunda década del siglo XXI. Sin embargo, esta ley no solo se limita a los individuos: la sentencia T-622 de 2016 reconoció al río Atrato como un sujeto de derechos, es decir, que la búsqueda de la justicia y la reparación a una víctima no se limita exclusivamente a las personas sino que también incluye a este cuerpo de agua, el cual, es fundamental para preservar la vida de la fauna y flora local.
Esto significa que, en caso de ser vulnerado por grupos armados organizados, automáticamente se vuelve en una víctima y, por lo tanto, tiene que ser reparada. A continuación, veremos una nota del mencionado noticiero acerca de la voladura del oleoducto Caño Limón-Coveñas por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Aunque las sentencias no existían, los artículos 33.5 y 55 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales de 1977 exigen la protección del medio ambiente y condenan cualquier tipo de ataque deliberado en su contra (Bartrons 2014, p.25). Justamente, durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano, salieron comerciales condenando este tipo de atentados en Colombia.
Orozco Tascón, Cecilia (directora). (1998). Noticiero de las siete N7: 1983-2001. [Emisión : Pastor Perafan y Mery Valencia en el tribunal de Manhattan]. Archivo Señal Memoria, BTCX60-064450 CLIP 2.
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Pero, ¿cómo se conocía sobre la situación de las víctimas antes de la ley 1448 en el caso de los noticieros? En ocasiones, se mostraban imágenes extremadamente sensibles de masacres u homicidios con dos posibles objetivos: impactar al televidente y/o demostrar que esos hechos efectivamente ocurrían en Colombia. Así, es necesario entrar a un punto de debate: ¿por qué no se muestran imágenes sensibles al público en general? Desde Señal Memoria, se busca la construcción de una memoria histórica reconciliadora que conduzca a una narrativa compartida de lo acontecido que tenga como objetivo de aprender las lecciones del pasado entre todos procurar la no repetición de los hechos victimizantes.
Seguidamente, la exposición de imágenes sensibles sin una intervención coherente, científica y consciente puede caer en la revictimización, es decir, la “acción u omisión que lesione el estado físico, mental o psíquico de la persona víctima, convirtiendo a la persona de nuevo en una víctima” (Asociación para la Eliminación de la Prostitución, Pornografía, Turismo, Tráfico Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes - ECPAT/Guatemala 2010, p.13). Con el fin de proteger la integridad de las víctimas y evitar que las imágenes sean empleadas para el desarrollo deliberado de una memoria histórica hiriente.
Conclusiones
Antes de la creación de la ley 1448 de 2011, las víctimas del conflicto armado colombiano carecían de mecanismos legales o de reconocimiento de sus derechos dentro del marco del conflicto armado. Por eso, los medios se encargaron de difundir las imágenes de los horrores que sufrían constantemente.
Los archivos audiovisuales qué preservan los pregrabados de los noticieros y, especialmente con el tema que se abordó en este artículo, son útiles para la reconstrucción de varios acontecimientos y hechos del conflicto armado colombiano. El uso que se les debe dar a los documentos infaliblemente depende de los objetivos del autor o el investigador. Acá recae la responsabilidad y el profesionalismo sobre cómo emplear adecuadamente estas fuentes que reflejan el sufrimiento y la destrucción de varias comunidades en Colombia.
Entonces, es necesario hacer una revisión crítica de las imágenes noticiosas porque estas fueron mediadas bajo un discurso e interpretación del mundo que se limitaba a presentar los acontecimientos cuando hay realidades complejas y procesos históricos que condujeron al interés de periodistas a reportar e informar sobre lo acontecido.
El trabajo de varios periodistas es reportar desde la inmediatez y, en el caso del conflicto armado, hay varias cuestiones sociales, políticas y económicas que pueden quedar por fuera. No se trata de criticar el gran valor de los periodistas y su labor por ir a esas regiones con la información que poseían para presentar una realidad que, en vez de encarar y aceptarla, hemos querido ignorar por décadas.
Autor: Jaime Cimadevilla