Este artículo examina el papel protagónico de los jóvenes en la vida pública, reconociendo que a nivel mundial, han sido claves para el fortalecimiento de la democracia y la transformación de las sociedades. Para ello, aborda el caso de los movimientos estudiantiles, como escenarios en los cuales los jóvenes asumen el rol de actores políticos. Este artículo pretende dar claves para responder la siguiente pregunta: ¿será que la televisión los ha visto o los ha representado de esa manera? Es decir, ¿como sujetos que se reconocen como constructores de su propia realidad?
A lo largo de la historia, los jóvenes han sido valorados y tratados de diversas maneras según las dinámicas y estructuras sociales de cada sociedad. En su texto 'Ciudadanía cultural', Rossana Reguillo propone que los jóvenes son heterogéneos, complejos y están definidos por diferentes proyectos. Sin embargo, es importante reconocer que, en muchas sociedades, los jóvenes desempeñan un papel fundamental, ya que la juventud se percibe como una etapa de transición durante la cual, gradualmente, adquieren códigos, conocimientos y principios sociales.
Por ejemplo, al participar en debates estudiantiles, organizar actividades comunitarias y tomar parte en elecciones estudiantiles, los jóvenes comprenden cómo funciona la sociedad y la democracia. Asuntos que se aprenden a través de la experiencia y la participación activa. Finalmente, una etapa en la que reconocen qué implica ejercer una ciudadanía plena. Hay que decir que la construcción de la ciudadanía constituye un desafío que involucra diversos ámbitos institucionales: la familia, los medios de comunicación masiva, las comunidades y, en particular, la escuela.
A pesar de que esto podría considerarse como una desventaja, en realidad los jóvenes son protagonistas destacados en la acción política. A nivel mundial, hemos sido testigos de cómo los jóvenes, en su mayoría, salen a los espacios públicos para construir lo común y fortalecer la democracia en muchos países. En este sentido, surge la pregunta: ¿Quiénes son los jóvenes sino sujetos políticos de la sociedad?
Desde la óptica del pensador francés Michel Foucault, conocido por su influyente trabajo en filosofía y teoría política, se examina el concepto de sujeto político desde una perspectiva subjetiva y relacional. Foucault argumenta que los sujetos políticos se configuran en relación con las estructuras de poder y las normativas sociales, teniendo la capacidad de resistir y subvertir dichas estructuras mediante prácticas de resistencia y lucha. Esto implica que los sujetos políticos no son meros objetos pasivos del poder, sino agentes capaces de resistir y desafiar las normas y prácticas establecidas, todo ello a través de la rebelión, la desobediencia civil, la contracultura y la micropolítica de la vida cotidiana.
En una sociedad democrática, el pueblo delega en el Estado el poder para garantizar, a través del establecimiento de leyes, los derechos fundamentales de todos sus ciudadanos, como la vida, la igualdad, la libertad y la paz, entre otros. Sin embargo, es importante destacar que este acto de otorgar poder al Estado no implica una cesión total por parte de los ciudadanos. Cada individuo conserva la responsabilidad de velar por el cumplimiento de las obligaciones de los administradores estatales. De esta manera, se establece una relación de corresponsabilidad entre el Estado y la ciudadanía en la protección y promoción de los derechos y deberes de todos los miembros de la sociedad.
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En este punto, es crucial reconocer la importancia de una educación orientada a formar ciudadanos conscientes de sus derechos y responsabilidades, capaces de comprender su papel en la sociedad y participar activamente en ella. Esto implica que los jóvenes, como miembros de la comunidad, tienen no solo el derecho, sino también la responsabilidad de trascender su rol de estudiantes y asumir una participación integral en la sociedad.
Una de las formas más emblemáticas de asumir este papel es mediante la participación en movimientos estudiantiles, a través de los cuales los jóvenes se organizan políticamente con la convicción de que es posible otro mundo a través de la acción política. El historiador colombiano Mauricio Archila es una figura fundamental en la comprensión de los movimientos sociales en Colombia, destacándose especialmente por su investigación en la historia de los movimientos estudiantiles; sus aportes han sido claves para reconocer el papel que los jóvenes desempeñan en la sociedad colombiana.
En sus trabajos, Archila plantea que los estudiantes comenzaron a destacarse como un actor social diferenciado realmente en la década de 1920, un contexto en donde se creó la Federación Nacional de Estudiantes, la cual lideró un movimiento reformista en Colombia, organizó cuatro congresos estudiantiles y dio importantes discusiones más allá de cuestiones meramente académicas, abordando temas políticos, sociales y religiosos.
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El autor argumenta que, desde ese momento, los estudiantes desempeñan un papel sumamente activo en los acontecimientos políticos y sociales del país. Además, señala que el movimiento estudiantil fue profundamente influenciado por las circunstancias y transformaciones globales, lo que impulsó su movilización. Durante la segunda mitad del siglo XX, se destaca un periodo significativo para el movimiento estudiantil colombiano: el gobierno de Julio César Turbay, un gobierno que promovió un contexto de represión hacia las protestas sociales mediante la expedición del Estatuto de Seguridad 1978.
Una decisión que se dio tras la gran jornada de protesta nacional del Paro Cívico del 14 de septiembre de 1977, convocada por las centrales sindicales, pero con una destacada participación de pobladores urbanos y estudiantes. En este contexto, se desarrolló otro aspecto del carácter del movimiento estudiantil en Colombia, la defensa y el reclamo por el respeto de los derechos humanos, en tanto la violencia alcanzó también a los campus universitarios, con casos de asesinatos y desapariciones de estudiantes y profesores.
A lo largo de casi un siglo de historia, el movimiento estudiantil en Colombia ha experimentado una notable evolución, marcada por escenarios clave como la Asamblea Constituyente en 1990, la promulgación de la Ley 30 en 1992 y el Paro Nacional de 2011. Desde sus inicios, cuando algunas minorías selectas demandaban reformas universitarias y mayor democracia, hasta convertirse en movimientos estudiantiles masivos con aspiraciones de transformar no solo la universidad, sino también el país en un sentido más inclusivo, democrático y colectivo.
Los movimientos estudiantiles
Son un claro ejemplo de que las juventudes en Colombia son sujetos políticos, sujetos que asumen una actitud reflexiva sobre su condición política y se reconocen como constructores de su propia realidad. Al respecto, nos preguntamos, ¿acaso la televisión los ha visto o los ha representado de esa manera? A continuación, algunas pistas para responder esta pregunta:
Satizábal Ordóñez, José (Director). 1999. ¡No más! El magazín de la paz. Estudiantes UJTL. [Magazin]. Colombia: Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, CBTCX30 007267
Programar Televisión (Productor). Noticiero de las siete N7: 1983-2001. Videos de la marcha en defensa de la educación en Colombia. Colombia: Programar Televisión. Archivo Señal Memoria, BTCX60 064193
Presidencia de la República de Colombia. Diálogos de paz Caguán: Mesa de estudiantes. Instituto Nacional de Radio y Televisión. Colombia: Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P 241280
Autora: Laura Vera