Desde Señal Memoria, se explora el tránsito de la evolución de formatos radiales que exaltaban el humor regional, la caricatura y las columnas de humor político en periódicos, pasando por los cuentachistes y los programas de opinión en la televisión, para terminar en un nuevo universo de contenidos sin censura a través de redes sociales y plataformas streaming, en el que los colombianos deciden con qué entretenerse y divertirse.
Transformación del contenido humorístico en Colombia
Una de las características de los colombianos es el buen sentido del humor, su capacidad de reírse de sí mismos, de las situaciones que ocurren en su cotidianidad, de sus propias tragedias y de la clase política, con el fin de sobrellevar la crítica situación económica, el continuo conflicto armado vivido por más de 50 años y todos los sucesos y desventuras que ocurren diariamente en el país.
Como lo mencionan el escritor David Sánchez Juliao, el psicólogo Fernando Ferguson y el periodista Guillermo Díaz Salamanca, los colombianos hacen humor de todas las aristas de la sociedad como, la política, el deporte, la familia y la cotidianidad, sin embargo, su divulgación en los medios de comunicación ha sido un poco tímida o limitada debido a la seriedad con la que se transmiten las noticias en la radio, la prensa y la televisión. Así lo indican en el siguiente documento audiovisual conservado por Señal Memoria:
Ortiz Rebollo, Francisco (Director). (2004). Para ver TV Sábados Felices - De qué nos reímos los colombianos. Bogotá: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, BTCX30-009000
Los primeros medios de expresión humorística
El primer medio de comunicación masiva al que tuvieron acceso los colombianos fue la prensa escrita en el siglo XVIII, en ella los contenidos humorísticos se enfocaban principalmente en la sátira y la crítica mordaz a los líderes políticos de la época, con el fin de crear opinión pública sobre los problemas que se suscitaban en las principales ciudades del país.
La masificación de la información trajo consigo también mecanismos de restricción de sus contenidos, toda vez que el control de los gobiernos a los medios de comunicación permitía tener mayor vigilancia a la información circulante entre los ciudadanos.Sin embargo, con la llegada de principios liberalizadores de la sociedad de la mano del movimiento independentista, se empezaron a gestar procesos de libertad de prensa y expresión en los que la caricatura, con su sentido del humor permitió poner en condiciones de igualdad a los gobernantes de turno para que los ciudadanos sintieran la posibilidad de reírse de ellos, cuestionar sus decisiones y construir de alguna manera una opinión sobre el quehacer político de la sociedad.
En el siguiente documento audiovisual, el periodista Oscar Alarcón en el programa Hablemos de... En serio y en broma, plantea que con la muerte de grandes caricaturistas como Lucas Caballero ‘Klim’ y Alfonso Castillo Gómez se evidencia la desaparición del contenido humorístico en la prensa escrita hacia el año 1999, pero afirma que hay avances significativos en la radio y la televisión a través de las telenovelas y algunos espacios de opinión en los que el humor encuentra nuevas formas de expresión.
Duque Rincón, Olga Elena. (Realizadora). (1999). Hablemos de... En serio y en broma. Bogotá, Colombia. Televideo S.A. para Inravisión - Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, BTCX30-007360
La masificación del humor a través de la radio y la televisión
Posteriormente, con la radio y su masificación, se dieron a conocer diversos algunos tipos de humor, pasando del regional y costumbrista en cabeza de Pompilio ‘Tocayo’ Ceballos, Guillermo Zuluaga ‘Montecristo’ y el dueto ‘Los Tolimenses’, a nuevas formas de expresión con alto contenido político como el que actualmente realiza el elenco de La Luciérnaga de Caracol Radio en el que la imitación de personajes de la clase política nacional son el pan de cada día.
Para profundizar Los padres del humor en la radio
Igualmente las emisoras de música tropical como Olímpica Estéreo con su programa ‘Temprano es más bacano’ su equipo hace humor partiendo de la cotidianidad de la población y hechos de coyuntura, y el dirigido a jóvenes como el de la emisora La Mega de RCN con su programa matutino El Cartel en el que presentan contenidos humorísticos dirigidos a la juventud que asiste a colegios y universidades, establecen nuevas formas de hacer humor innovando en sus contenidos no solo para aumentar audiencias, sino también para expresar nuevas realidades que ocurren en el país.
En la televisión sucedió algo similar a la radio, a partir de su llegada en 1954, el contenido humorístico pasaba a un segundo plano, siendo más un complemento de programas de entretenimiento familiar como es el caso del Animalandia que incluía al grupo de payasos, Bebé, Pernito y Tuerquita, los cuales intervenían en el programa para hacer más ameno el espectáculo, sin ser en sí mismos el centro del programa.
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Posteriormente, en 1972 surgió un ícono de la televisión colombiana, Sábados Felices de Caracol Televisión, que aún hoy, después de más de 50 años, mantiene la posibilidad de encontrar humoristas de todo tipo en todo el territorio nacional, ya no solo para contar un chiste, sino todo un repertorio que entretenga a los colombianos los sábados en la noche, recogiendo el humor costumbrista de las regiones y manteniendo un contenido dirigido al entretenimiento familiar.
Para los años 90, alrededor de la figura de Jaime Garzón surgen programas de humor con alto contenido político como Zoociedad y ¡Quac! El Noticiero, que sirvieron para generar opinión pública sobre la realidad del país, rompiendo con el miedo a cuestionar a la clase política, en una época en que se vivía uno de los momentos más violentos de la historia. Como lo menciona Eduardo Arias en el siguiente documento audiovisual:
Ortiz Rebollo, Francisco (Director). (2004). Para ver TV. Bogotá, Colombia. Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, BTCX30-009000
En este mismo fragmento audiovisual, el actor Diego León Hoyos y el catedrático Antanas Mockus plantean cómo el humor permite ver la realidad con mayor profundidad para cuestionar a los políticos y cómo estos deben aguantarse la forma en que se les representa dada su condición de figuras públicas.
Sin embargo, el temor a la censura en el contenido humorístico en general y en el humor político en particular no es infundado, debido a que los medios de comunicación en Colombia, están vinculados a grandes empresas que de manera soterrada censuran algunos temas, especialmente, los que ponen en riesgo sus actividades económicas, sus intereses políticos o sus nociones morales, imponiendo de esta manera el contenido que disfrutaban los colombianos hasta la llegada del internet.
Internet y la liberalización de contenidos humorísticos
Con el acceso a redes sociales a través de internet, los colombianos empezaron a ver el aumento de creadores de contenido humorístico en diferentes formatos, como el pódcast, las bromas en cortos videos, stand up, cuenteros, chistes actuados y demás formas de presentación, en los que es la persona quien decide con qué se divierte.
En este marco han surgido humoristas como Alejandro Riaño con su personaje de ‘Juanpis González’ que realiza comedia a partir de la ridiculización de la clase alta bogotana; Walter Rodríguez con el programa Wally opina quien hace sátira política a partir de hechos de coyuntura y actualidad; Camilo Pardo y Camilo Sánchez que se burlan de la tragedia humana en diferentes lugares del país con su programa Fucks News, un formato de comedia con un alto número de seguidores que hacen sostenible sus contenidos en las redes sociales.
Así se puede concluir, que los medios de comunicación han sido fundamentales para la transformación de la expresión humorística de los colombianos, pasando de una censura impuesta por gobernantes, dueños de periódicos, cadenas radiales y de televisión, a una liberalización de contenidos en internet. En este escenario, son las personas quienes deciden qué disfrutar y con qué reírse diariamente.
Por: Iván Romero