Ficha Técnica
Cuando se trata de música, nos sumergimos en nuestras propias emociones, recordando las melodías y ritmos que han marcado momentos significativos de nuestra vida. Este arte, en toda su complejidad, ha acompañado y representado la evolución de la sociedad en diferentes lugares del planeta, pues cada cultura y pueblo tiene sus tradiciones y herencias musicales marcadas. Sin embargo, con la globalización, se ha dado un intercambio de influencias y sonidos que resultó en una riqueza sonora a nivel mundial.
Hoy 22 de noviembre, celebramos el Día del Músico, una fecha escogida en conmemoración de la muerte de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Más que una festividad, es un tributo a quienes se dedican a este complejo oficio, ya que la composición, dirección, o interpretación musical requieren años de preparación y disciplina, a menudo pasando desapercibidos sin el reconocimiento merecido por su aporte a la sociedad y la cultura.
En el caso de la música colombiana, nos encontramos ante una riqueza y variedad que caracteriza cada región, desde el norte con el vallenato, la cumbia y el bullerengue pasando por la zona central con la música andina (el bambuco, el pasillo o el vals) hasta los ritmos del Pacífico como la chirimía. Así mismo, entre los referentes musicales más importantes de nuestro país se encuentran maestros y maestras como Lucho Bermúdez, Luis A. Calvo, Matilde Díaz, Totó la Momposina, Petrona Martínez, entre otros.
El Día del Músico es un recordatorio de la importancia continua de apoyar y valorar a quienes se han dedicado y se dedican a la música. Además es un llamado a preservar y rescatar la diversidad sonora que nos define como país, para que las generaciones futuras sigan siendo sensibles a la magia de las notas y los ritmos nacionales, fusionando y encontrando otras influencias que enriquezcan la cultura musical del territorio.
El siguiente fragmento hace parte de una entrevista hecha a una de las mujeres más importantes para la música colombiana: Matilde Díaz.