Ficha Técnica
Héctor Mora exploró la historia y la cultura de las islas del Pacífico. Primero, estuvo en la Polinesia Francesa, un archipiélago compuesto por varias islas con ascendencia maorí, un grupo étnico indígena de Nueva Zelanda vinculado culturalmente a Polinesia. Segundo, presenció la flora tahitiana y su papel ceremonial en la danza. Tercero, recorrió la enigmática Isla de Pascua, famosa por los Moái, las estatuas talladas en piedra por los antiguos habitantes Rapa Nui.
Los Maoríes son un grupo étnico polinesio nativo de Nueva Zelanda, y aunque no están directamente relacionados con la Polinesia Francesa, es importante destacar que ambos comparten una herencia cultural común. La Polinesia Francesa está compuesta por varias islas como Tahití y Moorea, donde la cultura maorí ha influido significativamente. De esta forma, los Maoríes de la Polinesia Francesa han conservado muchas tradiciones, como la lengua, las artes visuales y han desempeñado un papel fundamental en la preservación de la identidad cultural en la región.
Por otra parte, la flora de Tahití es diversa y está presente en las prácticas ceremoniales y artísticas de la región. En las danzas tradicionales tahitianas, la utilización de elementos naturales como flores y hojas es común y simboliza la conexión espiritual y la veneración a la naturaleza, fundamentales en la cultura polinesia. Los bailarines suelen adornar sus cabellos y atuendos con flores tropicales, como la gardenia y la frangipani, que representan la belleza y la pureza.
Por último, la Isla de Pascua, situada en el Pacífico Sur, es conocida por sus enigmáticos Moái, estatuas monolíticas de piedra. Representan a los antepasados y se encuentran dispersas por toda la isla. Una de las teorías más aceptadas explica que fueron transportadas utilizando una técnica llamada "caminar". Primero, tallaban las estatuas con una base enterrada en el suelo y utilizando cuerdas y palancas, las inclinaban hacia adelante y las hacían "caminar" sobre la base enterrada.
Por: Valentina Mena
