Ficha Técnica
Arte, botellas y patrimonio natural no son palabras que suelen juntarse. Pero, siempre hay historias curiosas en las vastas profundidades del océano. Hoy, le mostraremos que esto es posible.
Pierre Daguet (1903-1980) fue uno de esos artistas aventureros franceses como el pintor Paul Gauguin que, buscando inspiración, viajó a lejanas tierras, foráneas de la urbanidad francesa. Por eso, Daguet escogió la colorida Cartagena, Bolívar, de los años cincuenta.
En su tiempo en la ciudad caribeña, plasmó un número de pinturas que resaltan el paisaje colonial.
Paralelo a su afinidad artística, vinieron las noches de fiesta a satisfacer sus deseos consumiendo una que otra botella de champaña que, probablemente le recordaba a su natal Francia. Pero, ¿qué pasó con todas esas botellas?
A continuación, en este fragmento de la serie documental Historias del mar, podemos ver esta paradoja en su intento por plasmar una obra de arte, pero arriesgando el ciclo natural de la fauna y flora nativa cercana a la Heroica.
Ahora bien, el artículo 2 de la Ley 1675 de 2013 establece que cualquier objeto humano hundido por parte de los seres humanos, puede ser considerado como patrimonio submarino nacional. Este es el motivo por el cual, varios naufragios son protegidos dentro de la legalidad. Efectivamente, como se narra en el fragmento audiovisual, las autoridades recomiendan no recoger las botellas ya que los corales han crecido sobre estas y la vida ha germinado. No obstante, los arrecifes coralinos son ecosistemas frágiles que, si son alterados por causas naturales o externas por la intervención humana, tardan siglos en regenerarse o, en el peor de los casos, extinguirse.
Así que este fragmento cobra múltiples valores: primero, se aprecia la historia de este artista francés que vivió en Colombia. Segundo, se observa el impacto ambiental que han tenido sus botellas para el ambiente marino. De esta forma, el objetivo del documento audiovisual cobra un valor pedagógico multidisciplinario al concientizar sobre los impactos naturales que tienen los humanos sobre el medio ambiente. En conclusión, ambos patrimonios vislumbran conjuntamente tanto las riquezas creadas por los humanos como entrever la vida forjada por los océanos.
Autor: Jaime Cimadevilla
