Ficha Técnica
En el departamento del Amazonas solamente existen dos municipios: Leticia y Puerto Nariño. De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de 2022 , en el primero viven un poco más de cincuenta mil habitantes, mientras en el segundo habitan casi once mil personas. El río Amazonas se ha encargado de unirlos y de destacarlos como lugares predilectos para hacer turismo de naturaleza. De hecho, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo nombró a Puerto Nariño como el primer destino sostenible en Colombia.
En ese municipio se pueden observar delfines rosados; hacer avistamiento de aves; conocer sobre otras especies de fauna y flora; y convivir con pueblos indígenas. Los habitantes de Puerto Nariño se han preocupado por la armonía con la biodiversidad. Por ello, han puesto en acción un Plan de vida formulado por la Asociación de Autoridades Indígenas Aticoya en el que se reconocen como autoridades a los sabedores, debido a su conocimiento y manejo de las leyes de la naturaleza.
Aunque por su densidad demográfica Puerto Nariño no es reconocida como una ciudad, desde Señal Memoria destacamos a este municipio en el Día Mundial de las Ciudades como un ejemplo de sostenibilidad para las grandes urbanizaciones. Allí no solamente se tiene una relación cotidiana con la Madre Tierra, sino que existe una preocupación por su cuidado: en sus calles no transitan vehículos motorizados, la comunidad se preocupa por mantenerlas libres de basuras y busca erradicar el plástico en la zona. A la par, reciben turistas de todo el mundo y les enseñan sobre el cuidado del planeta.
Su riqueza en fauna y flora es tal que se le ha llamado el ‘pesebre natural de Colombia’. Pese a sus vínculos destacados con la naturaleza, las y los puerto nariñenses se enfrentan a problemáticas relacionadas con el agua potable en varios sectores, a afectaciones ambientales causadas por terceros y a la falta de oportunidades para algunos de sus habitantes. En el siguiente fragmento audiovisual del programa Nuestra Nueva Colombia se observa cómo era el municipio en los años noventa.
Por: Laura Lucía González Contreras