Ficha Técnica
El tiró al jabalí fue un deporte olímpico en el que se le disparaba a un blanco con forma de jabalí, heredero de la caza deportiva con animales reales. Dada su historia*, esta práctica simboliza ciertas habilidades físicas y psíquicas propias del hombre que domina la “naturaleza”, representada en la figura del jabalí. Pero antes de profundizar en esto, veamos un poco de esta historia y de por qué hablamos de ella aquí.
El 23 de junio en 1894, se creó el Comité Olímpico Internacional, proceso liderado por el aristócrata francés Pierre de Coubertin, siete veces campeón nacional de tiro con pistola. En parte por esta afinidad de Coubertin, el tiro ha estado presente desde los primeros Juegos Olímpicos (Atenas, 1896), además es un deporte que se comienza a institucionalizar en el siglo XlX, aunque es deudor de prácticas de caza y guerra milenarias.
El tiro como deporte tiene y ha tenido muchas modalidades olímpicas, una de ella es el tiro al jabalí o blanco móvil. El jabalí surgió en reemplazo al ciervo móvil y se incluyó en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, cuando el competidor colombiano Helmut Bellingrodt ganó la medalla de plata, primera medalla olímpica para el país, como lo recuerda el siguiente fragmento del programa televisivo Grand prix:
Los deportes, y su sentido en los Juegos Olímpicos antiguos y modernos, ha sido el de simbolizar la competencia entre órdenes sociales, ya sean ciudades-estado o países. La victoria de deportistas es leída como la de estos cuerpos políticos, significando la eficacia de la organización social e incluso de la fortaleza biológica de sus habitantes.
Así, el deporte es el perfeccionamiento de capacidades físicas y psíquicas posibilitado por un orden social particular, y un deporte como el tiro al jabalí da cuenta no solo de qué capacidades se han considerado valiosas sino de cómo se rescata el relato naturalizado de la humanidad como aquella que se forja por medio del dominio de otro seres que reduce a objetos, y particularmente de una dominación especista sobre otros animales. En consonancia con esto, la caza ha sido considerada deporte desde la antigüedad greco-romana, particularmente en algunas zonas de Grecia el jabalí era cazado entre otras cosas por los daños que podía causar a los cultivos agrícolas.
Es importante reiterar que estamos hablando de un deporte moderno, que comienza a tomar forma en el siglo XVIII, y donde la diana con forma de jabalí está relacionada con la dificultad de cazar este tipo de animales dadas sus características y especialmente con su expresión en las “míticas historias de héroes de la época olímpica para darle cacería”.
Queda por profundizar en por qué los animales reales se reemplazaron por figuras. Una de las principales razones parece obedecer más a los costos y la facilidad de realizar la competencia en diversos espacios, que a la sensibilidad frente a usar un ser vivo y sintiente para un espectáculo.
Actualmente el tiro a blanco móvil ya no se incluye en los Juegos Olímpicos, dado que sus ritmos le pueden hacer poco entretenido. Pero antes la figura del jabalí se había sustituido, por una diana de círculos concéntricos, pues algunas federaciones enfatizaron el significado espiritual del jabalí y su importancia en diversas culturas, por ejemplo, en el hinduismo simboliza la tercera encarnación del dios Vishnú. Este cambio expresa el choque de diferentes simbologías que dan cuenta a su vez de formas distintas de relacionarse con los animales no humanos, y que permiten cuestionar que consideremos natural las formas “occidentales” y modernas de hacerlo.
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*La fuente principal para los datos ofrecidos a lo largo del texto es “Historia del tiro deportivo en la modalidad Blanco Móvil o ‘Tiro al jabalí’ en Las Tunas” del investigador José Guillermo Montero Quesada.