Ficha Técnica
A propósito de la realización de la 74º Vuelta a Colombia, en Señal Memoria queremos recordar las aventuras y esfuerzos que dieron origen a una de las competencias deportivas más importantes del país.
El 5 de enero de 1951 inició la primera Vuelta a Colombia. Una competencia ciclística que se propuso por primera vez recorrer varios departamento del país. Esta idea quijotesca surgió del empeño de Efraín “El Zipa” Forero, Donald Rasquin y “Remolacho” Martínez, quienes lograron conseguir patrocinadores y demostrar que era posible recorrer las carreteras del país en bicicleta. Son muchas las aventuras que se han contado de esa primera Vuelta, el pésimo estado de las vías, las múltiples caídas, el esfuerzo físico y económico de los participantes para competir en este evento que por primera vez unía a aficionados de varios departamentos.
Parte del éxito de la Vuelta a Colombia fue que se convirtió en una manera de conocer, a través de las transmisiones radiales, varios rincones del país. En una época en que el país no estaba muy conenctado físicamente y que además sufría cotidianamente la violencia bipartidista, el poder recorrer e imaginar el territorio nacional a través del deporte, se convirtió en un pulso vital.
Esta magia y pasión que despierta el ciclismo, incluso después de 74 ediciones de la compentecia, tiene que ver con la forma en que se ha construido una narrativa mágica con héroes, aventuras, dramas y muchas victorias épicas que se han convertido en parte indispensable de nuestra construcción de identidad colectiva.
Por esta razón queremos recordar hoy aquellas anécdotas del mítico narrador deportivo Carlos Arturo Rueda, quien tuvo la dificil labor de narrar (o ficcionar) las primeras versiones de la Vuelta a Colombia donde se gestó el origen de nuestra propia mitología nacional.