La Feria de Manizales nació en un particular momento histórico del país: la consolidación de una cultura de masas que le iba dando un carácter urbano a la población, transformándola políticamente, generando nuevos hábitos de consumo y, por supuesto, creando espectáculos públicos que llegaron a ser esenciales en la identidad cultural de las regiones. Esta es la historia de un evento que ha evolucionado a la par con el pueblo manizaleño.
Un cambiante pueblo festivo
Las décadas centrales del siglo XX constituyen un periodo de un intenso impulso cultural de Colombia, a lo cual contribuyó el arribo de una cultura de masas que fue transformando el país: se materializaron las demandas políticas de los trabajadores, campesinos y mujeres; la tercera parte de la población y muy pronto la mitad, llegó a las ciudades, las cuales iban diversificando la oferta de bienes y servicios; la intelectualidad empezó a ofrecer un retrato más popular y diverso de la sociedad; la radio desde, los años 30, indujo nuevos gustos y hábitos de consumo entre los colombianos, y aparecían nuevos espectáculos para públicos amplios que, de paso, se distrajeron de la violencia: el fútbol profesional, los reinados de belleza, la Vuelta a Colombia en bicicleta.
A finales de los años 50 este proceso continuaba su marcha con nuevos bríos. El gobierno de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) emprendió un ambicioso programa de obras públicas, al tiempo que inaugura la televisión. De manera simultánea, las ciudades colombianas en pleno crecimiento iniciaban una sana competencia alrededor de sus identidades. Fue así como al lado de estos impulsos aparecieron la Feria de las Flores en Medellín, la Feria de Cali y la Feria de Manizales, las cuales integraron un calendario festivo junto con eventos que desde generaciones atrás también se celebraban en otras ciudades.
Dirección Nacional de Información y Prensa. (ca. 1957). [Reinado Internacional del Café en Manizales, Caldas]. Colombia: Dinape. Archivo Señal Memoria, UMT-203952
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Nace la Feria de Manizales
Fue así como en 1955 aparece la Feria de Manizales, la primera de un ciclo de fiestas populares fundadas por esa generación de colombianos que estaba experimentando tales cambios culturales. Fue una iniciativa del arquitecto José María Gómez Mejía, diseñador del Palacio de Bellas Artes, y su esposa Mariela López de Gómez. En un principio, se trató de una imitación de la Feria de Abril que hacía más de un siglo se realizaba en Sevilla (España). Fue por eso que aparecieron eventos hoy tradicionales como la temporada taurina (con el desfile de la Virgen de la Macarena) y la presencia de mujeres vestidas con el traje tradicional andaluz. Al mismo tiempo, apareció el Reinado Internacional del Café y se compuso el pasodoble “Feria de Manizales”, grabado por primera vez en 1957 por la Banda El Empastre.
Las siguientes ediciones de la Feria incorporaron nuevos elementos que le imprimieron una identidad mucho más local: las competencias de carros de balineras, que aprovechaban las calles empinadas de la ciudad; la Feria de la Arriería y los festivales de trovadores y “mentirosos”, los cuales tienen su raíz en la cultura de la colonización antioqueña. Más tarde llegaron los conciertos en la plaza de Bolívar y el estadio Palogrande. Sin embargo, los toros y el reinado encuentran cada vez más detractores en las nuevas generaciones.
Desde 1955, la Feria de Manizales solo se ha cancelado en tres ocasiones: en 1980, al guardar duelo tras el terremoto de noviembre del año anterior; en 1986, debido a la tragedia de Armero, y en 2021 por causa de la pandemia de covid.
Autor: Felipe Arias Escobar
