En Colombia, la televisión llegó como un medio público. A partir de ello, se fue construyendo como uno en el que se han destacado diferentes aspectos con los que las y los colombianos se han sentido identificados. Esas características, costumbres y prácticas han variado a lo largo del tiempo. En este artículo presentamos el panorama de la segunda década del siglo XXI.
Al pensar en la identidad nacional, suelen venir a la mente imágenes de próceres de la Independencia, de la bandera del país, de su escudo, de la letra de su himno, de su vestimenta típica. En el caso de las y los colombianos, los colores amarillo, azul y rojo se ligan directamente con ese sentir común. Sin embargo, ¿qué otros elementos han conformado nuestra identidad nacional? ¿Cómo la televisión ha aportado a su configuración? Esas son dos de las preguntas que hemos abordado en esta serie de artículos que analizan los roles de este medio de comunicación en el país desde su creación en 1954. En esta última entrega, nos aproximaremos al panorama de la segunda década del siglo XX. Para ser más específicos, nos limitaremos a interpretar algunos programas que se emitieron por la televisión pública.
El sentimiento de pertenencia
En el año 2012 surgió una serie llamada 5 maneras de reconocer a un colombiano. Como su nombre lo indica, este programa se encargó de mostrar aquellas características de las y los ciudadanos del país. Por ejemplo, dedicó episodios a los planes populares de domingo, los juegos, las celebraciones, los rituales, entre otros. Su primer capítulo estuvo enfocado en la comunicación no verbal, en aquellos gestos comunes en este país y extraños para los extranjeros. A continuación, es posible apreciar un fragmento en el que se habla sobre nuestra costumbre de señalar con la boca.
Cortés, María Victoria (directora). (2012). 5 maneras de reconocer a un colombiano: Lenguaje no verbal. Bogotá: Televisión WYF para Señal Colombia. Archivo Señal Memoria, DV-262470.
Así como 5 maneras de reconocer a un colombiano se preocupó por hallar nuestras costumbres comunes, otra serie también se encargó de ello. Los Puros Criollos fue uno de los programas con mayor audiencia de Señal Colombia durante la segunda década de este siglo. Fue presentado por Santiago Rivas y su descripción en la plataforma RTVCPlay indica que “es un divertido recorrido por todo aquello que genera en los colombianos sentimientos de pertenencia”.
Durante cinco temporadas, esta serie llevó a las y los colombianos por diferentes temas con los que nos sentimos identificados: los perros criollos, los tipos de papas, las chivas, los sancochos, el pan, el Almanaque Bristol, el tejo, la chicha y muchos más.
A partir de unir a la cultura y a la comedia, Los Puros Criollos llevó a las casas el sentimiento de identidad nacional. Como se puede notar, varios de los capítulos estuvieron dedicados a la gastronomía del país. Uno de ellos se centró en la empanada, aquel alimento que se encuentra en las diferentes regiones del territorio, pese a que no se haya creado en el país. El siguiente es un fragmento de este programa en el que se informa sobre un dato curioso: cuántas empanadas comemos las y los colombianos.
Oliveros Machado, Néstor (director). (2012). Los Puros Criollos. Bogotá: Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, DV-262711.
La gastronomía ha sido un aspecto vinculado a la identidad, ya que esta no solo habla sobre qué alimentos se cultivan en una zona, sino cómo se cocinan, qué se mezcla y cuál es la historia que ha llevado a la preparación de los platos. Según el científico social Pablo Yankelevich, en su artículo Alimentación e identidad nacional, la comida es “alimento del cuerpo, pero también del alma”, pues está vinculada con rituales, tradiciones y costumbres. He ahí la importancia del abordaje histórico y cultural que se le dio a la empanada en Los Puros Criollos.
¿Identidad o identidades nacionales?
Así como la comida puede hablar de la cultura, los rituales también lo hacen. Desde los años ochenta del siglo pasado la televisión pública se preocupó por mostrar la diversidad del país, como se abordó en otros artículos de este especial. La segunda década del siglo XXI no fue la excepción para dar cuenta de las manifestaciones culturales que suceden en el país. Existieron programas como En Órbita, un magacín que mostró diferentes prácticas en distintas regiones. En uno de sus episodios, registraron la representación de un ritual wayúu, como se aprecia a continuación.
Mora, Héctor (director). (2013). En Órbita. Bogotá: Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, ND-705220 Clip 3.
El reconocimiento de esa diversidad a través de la televisión de la segunda mitad del siglo XXI refleja las intenciones desde la televisión pública por mostrar que en medio de una propuesta de “colombianidad” no se puede hablar desde la singularidad, sino desde pluralidades. Aunque la sede de RTVC quede en la capital del país, ya no se difunde solamente una mirada centralizada de los acontecimientos.
Pese a que los aspectos de la identidad nacional intenten ser generalizados, en medio de ellos se encuentran particularidades. Un ejemplo de ello es el deseo de paz de las y los colombianos. Aunque el fin sea el mismo, existen discrepancias sobre cómo alcanzarla. Varios gobiernos han tenido ese punto en sus agendas, como lo tuvo el de Juan Manuel Santos. Durante su presidencia se firmó un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se venía anhelando desde hacía décadas. En el siguiente fragmento se puede escuchar el pronunciamiento del entonces presidente Santos sobre la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz, un componente de justicia encargado de investigar, juzgar y sancionar los crímenes cometidos durante el conflicto armado interno en la nación.
RTVC Sistema de Medios Públicos. (2015). Diálogos de Paz, La Habana, Cuba: [Jurisdicción Especial para la Paz]. La Habana, Cuba: RTVC. Archivo Señal Memoria, DV-261885.
Pese a las discrepancias que rodearon ese proceso de paz, se destaca la intención de los medios públicos por mostrarle a las y los colombianos los avances de los diálogos, buscando un sentimiento de paz colectivo. Las críticas muestran, en cambio, que no todas y todos están a favor de los mismos mecanismos. En ese sentido, la televisión entre 2010 y 2019 dio cuenta de diversas maneras de sentirse parte de la nación, que a su vez abarcan fines y características comunes.
Por: Laura Lucía González Contreras.