Con la llegada de los canales privados, la televisión pública en el país tuvo que enfrentar retos para operar. Sin embargo, siguió forjando identidades nacionales a partir de la creación de programas que retrataron diferentes eventos, manifestaciones y prácticas culturales en Colombia.
En el 2000 los colombianos ya podían ver tanto Caracol como RCN en sus televisores. Durante los primeros años del nuevo milenio, la televisión privada se consolidó y logró que los espectadores vieran series y telenovelas como Pandillas, guerra y paz; Pasión de gavilanes; Séptima puerta; Casados con hijos; Los Reyes; Sin tetas no hay paraíso; La hija del mariachi; y decenas más.
¿Qué ocurrió con la televisión pública? Entre el 2000 y el 2004 continuó operando bajo el Instituto Nacional de Radio y Televisión (INRAVISIÓN). Sin embargo, debido a los cambios en la televisión, las programadoras se retiraron de manera gradual de los canales públicos, lo que produjo dificultades de operación y mantenimiento de equipos. Todo ello llevó a que la institución fuera liquidada y surgiera Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC) en el año 2004.
Pese a las problemáticas, la televisión pública continuó operando y divulgando programas que aportaron a la construcción de la identidad nacional. En la primera década del siglo XXI se crearon varias series de carácter cultural. Una de ellas fue Buenos oficios que se transmitía por Señal Colombia y era producida por Audiovisuales. Esta buscaba contar historias de personas y sus labores. Uno de sus episodios estuvo dedicado a tejedores y tejedoras. A continuación, se puede apreciar un fragmento de ese capítulo en el que se explica cómo se teñían las lanas en el municipio de Nobsa, Boyacá.
Rodríguez, Ximena (directora). (2001). Buenos oficios. Nobsa, Boyacá: Audiovisuales. Archivo Señal Memoria, BTCX30-025246.
A través de Buenos oficios, los televidentes pudieron conocer con mayor profundidad las diferentes labores que se llevaban a cabo en el país en los inicios del nuevo milenio. Así, se logró tener el registro de la diversidad de trabajos que identificaban a sectores de la población. En adición a ello, los espectadores también pudieron seguir aprendiendo sobre fiestas y carnavales sin salir de casa. Aunque sobre ello ya se hacían transmisiones desde el siglo XX, la inclusión de las festividades en la televisión de los 2000 da cuenta de la relevancia de esos acontecimientos en la época y de sus transformaciones.
Reportaje a Colombia fue uno de esos programas bisagra entre el siglo XX y el XXI que fue clave para mostrar al país desde diferentes rincones. En el siguiente fragmento se aprecia el Carnaval de Blancos y Negros que se celebró en Pasto, Nariño, en el año 2000. Se pueden ver algunas de las carrozas que estuvieron en los desfiles de la ciudad, especialmente adornadas según la temática de mitos y leyendas.
Nagles, Hermógenes (director). Reportaje a Colombia. Pasto, Nariño: Inravisión. Archivo Señal Memoria, BTCX30-016885.
Por medio de los registros audiovisuales, Reportaje a Colombia dio cuenta de diferentes manifestaciones culturales, de las costumbres de zonas del país, de las actividades cotidianas y de las historias detrás de las tradiciones. Ese programa fue un aporte al reconocimiento de la diversidad en el país en tanto su enfoque estuvo en las regiones y no en una mirada desde la capital de la nación.
Para profundizar en esa perspectiva diversa, en el año 2009 se empezó a transmitir por Señal Colombia un programa llamado Ancestro tribal. Se trató de una de las series difundidas en la televisión pública que contó con la dirección del líder indígena Daniel Piñacué. Al igual que el programa Aborigen, todas las voces, se hizo en asociación con la Fundación Nasa Wala del departamento del Cauca.
De acuerdo con el Consejo Regional Indígena del Cauca, el objetivo de la serie era mostrar “una realidad tan dolida y real” de los pueblos indígenas en peligro de extinción en el país. En su momento, el director indicó que la serie brindaba “un momento para reflexionar acerca de la existencia de nuestros pueblos, una riqueza cultural que, de no cuidarse y protegerse en sus justas dimensiones, inevitablemente será sólo una página más de nuestra historia”. En ese sentido, Ancestro tribal puede ser comprendida como un intento de visibilización de las diversas formas de vida en el país a través de la televisión pública. La identidad nacional agrupa a todas aquellas expresiones. El fragmento audiovisual que se observa a continuación muestra a indígenas que vivían en el departamento de Risaralda en 2009 y cómo fortalecían sus prácticas.
Piñacué, Daniel (director). (2009). Ancestro tribal. Risaralda: Fundación Nasa Wala – RTVC. Archivo Señal Memoria, DV-264120.
Así como la televisión pública en la primera década del siglo XXI se preocupó por mostrar prácticas culturales de diferentes regiones del país, también proyectó a la nación de manera internacional. Por ello, en las noticias no faltó la inclusión de Colombia y sus vínculos internacionales. Uno de los eventos destacados en ese aspecto fue la visita del entonces presidente de los Estados Unidos Bill Clinton. En su momento, el mandatario llegó para buscar combatir el narcotráfico durante el gobierno de Andrés Pastrana. Además, llegó con un mensaje de apoyo a la paz en Colombia. En el siguiente fragmento se aprecia que durante su tiempo en el país visitó barrios de la ciudad de Cartagena, en el Caribe.
Inravisión (productor). (2000). Visita del Presidente de los Estados Unidos Bill Clinton a Colombia - Parte I: [Programa Casas de Justicia]. Cartagena, Bolívar: Inravisión. Archivo Señal Memoria, C1P-241177.
El cubrimiento de ese tipo de eventos y que fueran divulgados en la televisión pública da cuenta de la importancia de la imagen del país hacia el exterior. En ese sentido, se promovían aspectos identitarios en sucesos que involucraban a otros países, todo ello ligado a la construcción y al fortalecimiento de la unidad en el territorio. A pesar de los desafíos del inicio del nuevo milenio, entre el 2000 y el 2009, la televisión pública le brindó información a los telespectadores tanto sobre sucesos de actualidad como sobre formas de vivir en la nación.
Por: Laura Lucía González Contreras