Especismo en la TV agropecuaria | Señal Memoria

El especismo en la TV agropecuaria: cultura y dominación animal
Publicado el Mié, 18/09/2024 - 10:35 HISTORIA DE LOS MEDIOS
El especismo en la TV agropecuaria: cultura y dominación animal

Hemos llegado al final de esta investigación sobre los animales domésticos en programas de televisión. Empezamos por hacer un recorrido histórico por los distintos contenidos televisivos que se concentran en estos animales, relacionándolos con el especismo y la historia de la explotación de la que han sido objetos. Más tarde, nos detuvimos en una análisis formal sobre las herramientas que permiten construir una imagen particular de los animales domésticos. Finalmente, en este artículo indagamos por las posibles consecuencias prácticas que tiene esta construcción mediática y su vínculo con la dominación animal.

Especismo: no hay animal sin humano (Hombre)

Al inicio del análisis formal no hicimos mucho énfasis en por qué no seleccionamos del programa sólo aquellas partes en las que aparecen animales, si lo que queremos es hablar de animalidad doméstica. Y es precisamente por esto, porque la animalidad es una serie de características atribuidas a los seres que han sido históricamente producidos como animales por parte de los humanos. En el caso de los animales domesticados literalmente se les produce (por reproducción artificial de sus corporalidades) y en todos los casos produciendo las concepciones y relaciones que les dan formas de vida particulares y limitadas, por lo general al servicio de grupos humanos. Aprendemos qué es un animal y actuamos conforme a ello en la medida en que les hemos producido, siendo esta animalización un proceso que se da en un amplio entramado de relaciones que sitúan a humanos y animales fundamentalmente como partes de una dicotomía. 

En la dicotomía humano-animal, que no es solo un elemento formal de los discursos sobre la animalidad o la humanidad, el humano, El Hombre, es quien opera como dominante a la hora de definir la animalidad como aquello que se le opone y que está a su disposición. El animal doméstico hace parte del Hombre y se entiende solamente en relación a él en tanto existe porque está bajo su dominio, a su disposición: en el domus (hogar) y para el dominus (padre de familia, jefe del hogar). 

Este orden de relaciones de carácter social, pero también biológicas, físicas y tecnológicas, que ha dominado en el mundo, es el orden especista. El especismo organiza la dominación sobre las demás especies animales para el beneficio de lo humano

No obstante, la humanidad es un ideal normativo que aplica de manera diferenciada y jerárquica a+ las personas de la especie humana, razón por la que poblaciones racializadas como negras e indígenas han sido históricamente consideradas subhumanas, animales. Pero también a las mujeres y la disidencias de género y orientación sexual se les ha animalizado constantemente, como seres en estados inferiores al de la figura normativa de hombre cis, blanco y heterosexual, el humano por excelencia.

Especismo: hombre y la domesticación moderna

El orden especista no se ha constituído en unos pocos años, su formación abarca siglos y se potencia con la mitología de creación judeocristiana, que establece un abismo moral y ontológico entre humanos y animales. No obstante, es en la modernidad, con la constitución de Europa como centro del ideal normativo de lo humano y foco del desarrollo capitalista, cuando la domesticación, en tanto proceso histórico especista, toma dimensiones nunca antes vistas, generando la proliferación de dispositivos de dominación animal a grandes escalas, y permitiendo así la subordinación, explotación y sujeción de miles de millones de animales no humanos. 

Parte de lo dicho podemos identificarlo implícitamente en el siguiente fragmento del programa Mujer Campesina, que hemos venido analizando. Si realizamos un proceso consciente de extrañamiento, esa ausencia visual de los animales nos podría, por un momento, hacer pensar que no se está hablando allí de seres vivos  que sienten y quieren vivir, sino de cualquier objeto que funciona como producto en el mercado. 

Villegas, Paola (Dirección). (1999). Mujer campesina. Capítulo 70 : Ganadería, nuevo campo de producción para la mujer. Garagoa-Boyacá; Macanal-Boyacá: Inravisión (Instituto Nacional de Radio y Televisión); Señal Colombia - RTVC. Archivo Señal Memoria, BTCX30-013578.

Retomando los elementos del análisis formal que expusimos en los últimos artículos, encontramos el punto de vista de una voz experta, un instructor de zootecnia, que se presenta como fiel, verdadero y correcto, en la medida en que representa una autoridad institucional que centraliza conocimientos y tecnologías. Esta voz nos reitera la necesidad de tecnificar la producción de animales domésticos (reproducción, cría y explotación) para hacer más viable, rentable, “sostenible” y hasta “inclusiva” la ganadería en nuestro contexto rural. 

En los programas agropecuarios los animales son claramente concebidos como medios económicos, tanto su trabajo como su corporalidad misma es una mercancía para todo tipo de empresas, desde pequeñas hasta colosales estructuras económicas.  

En consonancia, la explotación tecnificada se narra como el paso necesario para que la ganadería cumpla su “papel fundamental” en el desarrollo de las personas, las regiones y el país. No se consideran allí otros asuntos relativos a la distribución de la tierra, la tecnología y del capital en general, ni mucho menos se contempla que ante esto que se pretende hacer con los animales se les deba tener en cuenta como sujetos. 

El curso del que se habla en este capítulo es para formar asistentes de empresas ganaderas, no para formar empresas, como se hace ver en algunos momentos. Es interesante que en el contexto de “subdesarrollo” del país, donde la educación técnica cumple el papel de formar la mano de obra cualificada de bajo nivel, se hable de la tecnificación como algo de beneficio personal y general. 

Esto encaja dentro de la falacia desarrollista que expusimos en un artículo anterior. Queda por explorar cuáles son los beneficios e intereses que realmente sostienen la mayor parte de la actividad ganadera en Colombia y cuál es el sentido que en relación a esto tiene promocionar por medios de comunicación la formación de personas campesinas con pequeños terrenos o sin tierra alguna, como parece ser el caso. Lo que de entrada podemos ver es que estos programas, como se adelantó en el anterior artículo, están dirigidos a un público general para formar en él una concepción de los animales domésticos y de la importancia de la ganadería y su tecnificación

Dispositivos para la dominación animal

Lejos de ser un señalamiento moralista, hablar de especismo implica identificar las diversas posiciones que ocupamos en el orden de dominación animal, que se constituye en la modernidad por medio de dispositivos de los que hacemos parte. Los dispositivos concretan en realidades específicas procesos políticos históricos, estableciendo y sosteniendo relaciones de dominación. 

Aquí la televisión puede ser leída como un dispositivo que está a su vez vinculado a otros dispositivos clásicos de la dominación animal, como son las granjas y la zootecnia, que toman formas particulares en los centros de formación, en las pequeñas y medianas granjas de los municipios donde se realizan los programas y en instituciones como el SENA y las UMATAS (Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria). 

Concha E., María Fernanda (Dirección). (1998). Mujer campesina. Capítulo 17: Capacitación, puerta al mañana. Mosquera-Cundinamarca ; Bogotá D. C.: Inravisión (Instituto Nacional de Radio y Televisión); Señal Colombia - RTVC,. Archivo Señal Memoria, BTCX30--011541.

Como vemos, los dispositivos hacen parte de un proyecto de gubernamentalidad para producir y administrar los recursos de un territorio, entre los que evidentemente están los cuerpos animales. Así, el Estado, mediante instituciones especializadas, pone en funcionamiento herramientas de discursos científicos que faciliten estos procesos y que formen a las personas para ser funcionales a ellos, en tanto benefician a las clases dominantes y en la medida de lo necesario a la mayoría de la población.

Reproducción simbólica del especismo 

Los dispositivos de un orden social le dan un carácter y le permiten reproducirse, analizar la producción simbólica, como la de los programas de televisión, es una manera de acercarse a los mecanismos que posibilitan una forma particular de dicha reproducción, la reproducción simbólica. En el marco teórico que se adopta en la presente investigación, estos mecanismos reciben el nombre de estrategias de construcción simbólica y se vuelven efectivos cuando se vinculan con modos de operación de la ideología.

La ideología, a su vez, es aquel proceso por el que la construcción simbólica que implica un producto cultural, el significado que moviliza, ayuda a establecer o sostener relaciones de dominación. En nuestro caso, interesa ver cómo el significado movilizado por los programas televisivos puede tener un carácter ideológico especista, en la medida en que establece o sostiene relaciones de dominación animal. Para verlo usaremos algunos ejemplos.

En primer lugar, tenemos un modo de operación que es la simulación, acorde a la que las relaciones de dominación se niegan o disimulan. Al respecto llama la atención que la disposición estética de los programas (los escenarios, la música, las formas de hablar…) y su narrativa lineal y homogénea presentan los espacios y prácticas de explotación con un carácter romántico, como parte de una atractiva vida familiar rural y sus formas de cuidado.

En este contexto, significantes como explotación, uso, cuidado y sanidad, asociados a los animales domesticados, toman un carácter muy diferente del que podrían tener, pues se habla de explotación sin que esta se lea vinculada a diversas violencias, del uso sin referir la cosificación que supone y, de otro parte, del cuidado y la sanidad asumiendo la existencia limitada de los cuerpos animales como mercancías, por lo que cuidarlas y que estén sanas va en función de las ganancias que pueden generar. 

Lo que vemos allí es una estrategia de construcción simbólica de eufemización y otra de metonimia. La primera aborda la dominación y sus implicaciones negativas para los animales como si no fueran algo problemático. Y la segunda muestra individuos animales particulares y prácticas de explotación y subordinación específicas como la imagen de lo que son esas “razas” y especies en general y lo que son y deben ser nuestras formas de relacionarnos con ellas. 

Esto último, a su vez, posibilita otro modo de operación que es la unificación de quienes vemos los programas, como efecto de que estos estandarizan lo representado al no ofrecer tensiones o conflictos significativos entre puntos de vista. Esto llega al punto de que aún cuando se referencian el dolor y el maltrato estos no chocan con la asumida necesidad de explotar a los animales. En consecuencia pensaremos y actuaremos como si no hubiera alternativas.

En relación a esto, uno de los modos de operación de la ideología que es central para el especismo es la reificación, que nos muestra un estado de cosas histórico y social como atemporal y natural. En el siguiente fragmento identificamos la naturalización y la eternización (estrategias de construcción) del lugar de los animales, pero realmente podría tratarse de cualquier parte de los programas analizados, pues estos parten de que la explotación de los animales domesticados es algo natural y eterno.

Concha E., María Fernanda (Dirección). (1998). Mujer campesina. Capítulo 17: Capítulo 13 : Tenza, refugio de paz, julio 06 de 1998; Tenza-Boyacá: Inravisión (Instituto Nacional de Radio y Televisión); Señal Colombia - RTVC,. Archivo Señal Memoria, BTCX30-013499.

Asumir como natural la dominación animal implica quitarle la carga histórica que tiene y que nos permite verla como algo que no siempre ha sido así y que no tendría que serlo para siempre. Con ello se dificulta cuestionar la dominación misma, esto es: que a los animales se les subordine situándonos por encima de sus intereses y sus sentires, que en el marco de un modo de producción capitalista, extraigamos beneficios económicos del trabajo y los cuerpos animales explotándolos y, por último, que estos seres sean víctimas de una sujeción que les reduce a sus corporalidades como diseñadas y limitadas para estar en función de intereses ajenos y que les perjudican. 

Las estrategias de construcción simbólica hacen que los productos culturales tengan significados más probables cuando los recibimos e interpretamos, lo que no quiere decir que estos solo puedan significar una cosa. Este trabajo ha buscado justamente hacer una interpretación crítica de los programas agropecuarios y su contribución al flujo discursivo que indica qué son los animales domésticos y que se articula con dispositivos que sostienen y establecen su dominación. 

De todo ello se concluye que estos programas dan cuenta de una historia nacional en la que la ganadería tiene un lugar poco cuestionado por los medios de comunicación. Sumado a ello, en el contexto académico no suele ser algo que se considere digno de un análisis histórico, social y simbólico. Nuestro aporte ha sido subrayar las posibilidades de investigación crítica al abordar el Archivo en busca de entender el lugar de otras especies en él, con lo que esperamos se amplíen las diversas líneas e hipótesis que han sido esbozadas a lo largo de estos artículos y se avance en una compresión profunda y concreta del especismo y sus dispositivos.

Por: Camilo Fernández Jaimes

Fecha de publicación original Mié, 18/09/2024 - 10:35